Ascendemos con precaución cuando vemos que las rocas nos cierran el paso y queda un pequeño embudo con nieve dura. Allí algunos quitamos los esquies y subimos andando. Pasamos al otro lado donde el valle suspendido que asciende al Rincón nos invita a disfrutar de la subida. El sol nos acaricia durante todavía un buen rato, hasta que las nubes que poco a poco se acercan, nos engullen y no nos dejan ver la cumbre. De cuando en cuando las nieblas suben, dejándonos vía libre para llegar arriba. Durante media hora el sol asoma y descendemos por nieve primavera hasta la txabola. El tiempo empeora y comienza a llover. Las nubes se instalan en la montaña y nos obligan a huir hacia el valle.
Las primeras luces nos hacen pensar que el día va a ser espléndido
Al fondo el estrecho canal que tenemos que pasar
La nieve dura nos obliga a subir con crampones
Una vez superado el último paso, ponemos esquies
Lomas y praderas cubiertas por la nieve
Las nubes se acercan por el Oeste con bastante rapidez
Ultimas rampas antes de la cumbre
Cumbre entre las nubes
Llegando arriba
Bajamos por nieve primavera hasta la txabola
El mal tiempo entra y lo cubre todo. La lluvia empieza a caer.
Llegamos al paso empapados.
Imagen de la muralla de los Alanos al mediodía.
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