Febrero 2016
La nieve llegó a finales de Enero, cubrió los prados y lo que nos parecía un imposible, se hizo realidad. Todo se cubrió de un manto blanco, y la nieve polvo nos dejó deslizarnos desde las cumbres hasta los pueblos. Han sido muchos días de buenas sensaciones, que hemos compartido con nuestros amigos tiroleses. Ellos nos han enseñado sus pequeños paraísos, montañas sin grandes alturas, pero con unas bajadas magníficas. Montañas sin problemas, donde no es necesario el piolet ni los crampones, pero donde los aludes siguen arrancando vidas de personas que se acercan a ellas.
Y como siempre, recordamos las personas que nos han hecho nuestra estancia mas agradable, y que hacen que los lugares que hemos visitado, sean algo mas que un punto en el mapa.
El macizo del Karwendel, sobre Innsbruck
Rofanspitze
Subiendo al Seeklarspitze
Las granjas o Bauerhof, siempre bien cuidadas.
Rauher Kopf
Subiendo por encima del Obenberger See.
Muttenkopf
Ultima pala del Koantnerberg
Olperer
Salimos con esquies desde nuestra casa
Hacia el Eggerberg
Ultimas palas azotados por el viento
Las nubes del viento sur en la divisoria, Sudtirol
Y como siempre, la carne acompañada de Kartoffeln.